Cómo mejorar tu diseño Web
Da igual cual sea el objetivo de tu página web: vender, comunicar, mostrar… para todo lo que te propongas hacer con ella, hay un requisito que marcará el éxito o el fracaso de tu proyecto. Piensa que tu página tiene que actuar como prescriptor para todos los usuarios que accedan a ella, por lo que su estructura, su contenido y todos los elementos que en ella habitan, tienen que perseguir una única finalidad: acoger, guiar y acompañar al usuario para que realice aquellas acciones que son valiosas para nosotros. ¿Y cómo conseguimos esto? Esa es la pregunta del millón y a continuación vamos a darte algunos consejos que te situarán más cerca del diseño web óptimo; El éxito aquí no depende del mejor cuadro, así es que:
1. la simplicidad es un punto.
Efectivamente, a la hora de diseñar una web atente al sabio refrán de “lo bueno, si es breve, dos veces bueno”. Un diseño minimista con una correcta combinación de texto y espacios será mucho más agradable y fácil de leer para los usuarios. Además a la hora de redactar el contenido apuesta una vez más por la simplicidad. Mucha gente tiende a pensar que cuanto más tecnicismos y frases rimbombantes se usen mejor, ya que así se demuestra lo bien que se domina una materia… ¡ERROR! A no ser que tu sector sea un público segmentado y profesional, tu objetivo debe ser que cualquier persona pueda entender de lo que estás hablando. Deja las grandes parrafadas para espacios en que los usuarios están más predispuestos a leer.
A Sevilla me he de ir a buscar un sevillano, que los mozos de Madrid mucha paja y poco grano.
2. Muestra todas tus cartas.
En un diseño web óptimo no es aconsejable usar “letra pequeña”, es decir, si hay algún tipo de información necesaria para completar un proceso, déjala clara desde el principio. Por ejemplo si tus envíos tienen cargos extras, o no aceptas devoluciones, cuanto antes lo digas mejor. Si tratas de “ocultarlo” hasta el final, sólo conseguirás generar desconfianza en el usuario y este terminará por abandonar tu web.
3. El proceso de compra, claro como el agua.
Este es uno de los puntos más importantes que tu diseño web debe contemplar. Ten en cuenta que un proceso de compra que necesite más de 4 o 5 clics por parte del usuario, es un proceso de compra muerto porque muy poca gente se quedará a completarlo. Los usuarios web tienen poco tiempo y muchas opciones de compra, por lo que para que se queden contigo debes facilitarles mucho las cosas. Es por eso que te recomendamos que en los formularios de registro trates de pedirles la información mínima necesaria. Por ejemplo si ya les has pedido el nombre, no les pidas que especifiquen si son hombre o mujer, o si no realizas envíos a domicilio, ¿para qué les pides que completen una dirección?
4. Un desarrollo web que inspire confianza.
Confianza es la máxima que debe transpirar un diseño web para ser exitoso. Las personas que acuden a tu página van a compartir en ella información sensible (datos personales, información bancaria…), por lo que tienen que estar 100% seguros de que pueden hacerlo sin ningún riesgo. Y la única herramienta que posees para transmitir esa seguridad es tu plataforma web. Para lograrlo nada mejor que tener un página certificada con el protocolo SSL (https://xxxx). Además incluir los comentarios de otros usuarios siempre genera feedback positivo, y si a eso añades alguna sello como el de “confianza online”, podrás presumir de una web segura.
5. Estructura tu web.
Un diseño web efectivo es aquel que sabe diferenciar lo que es importante de lo que es complementario. Las personas tenemos una capacidad de retención limitada, por lo que es imposible que se queden con toda la información que les llega a lo largo del día. Tu web tiene que tener en cuenta este factor para estructurar su diseño de manera que lo que es realmente importante ocupe espacios centrales. Por ejemplo, si tratas de colocar todo lo que necesitas decir en el menú principal, el resultado será una barra de menú “infumable” que en vez de guiar al usuario lo confunda y agobie. ¿Y que pasará entonces? Muy sencillo que el usuario escapará raudo y veloz hacia webs más legibles.
6. Diseño adaptado a todos los dispositivos.
En los tiempos que corren casi nos atrevemos a decir que este último punto no es una recomendación, sino una necesidad. Tener un diseño web responsive es una prioridad necesaria cuando más del 65% de los usuarios acceden a internet desde sus dispositivos móviles. Si tu web no está preparada para visualizarse desde este tipo de dispositivos, entonces más vale que practiques un “apaga y vámonos” porque tu web está completamente fuera del mercado.
Nos despedimos no sin antes recordaros que si tenéis alguna pregunta, no dudéis en contactarnos.
En gesbyte contamos con una gran experiencia en el diseño de páginas web y no dudamos en ponerla a tu servicio.